El corte de cabello dramático
Yendo de largo a corto
Ya sea que has recibido un ascenso, estás cansada de tu prole usando tu pelo como su juguete personal o simplemente la necesidad de algo nuevo, cambiar de peinado de largo a corto puede ser divertido –y motivo de nerviosismo. Si has tenido pelo largo por la mayoría de tu vida, puede llegar a asustarte.
¿Cómo puedes saber qué se ve bien en tu cara? ¿Es el cabello corto más fácil de mantener que el largo? ¿Y qué tal si, horror de horrores, no te gusta el resultado? Aquí hay algunos pasos para iniciar ese camino hacia los mechones cortos.
2. Considera el tipo de cabello que tienes. ¿Es delgado? ¿Ondulado? Especialmente con los estilos cortos, algunos cortes solamente funcionan con algunos tipos de cabellos. Si tu pelo es delgado, por ejemplo, un corte de una simple capa puede verse aun más delgado y comúnmente grasoso. Si tu pelo es ondulado, algunos estilos pueden hacerte ver como un poodle. ¿Recuerdas a Keri Russell?
3. Considera la forma de tu cara. El objetivo de un buen corte de cabello es crear la ilusión de una cara simétrica y ovalada. Si ya la tienes, ¡agradece al cielo! Tendrás más estilos de los cuales escoger. Si no, vas a querer ver fotos de personas que tienen la misma forma facial que tú. Capas largas al frente con capas cortas en la parte trasera pueden ayudar a alargar una cara redonda. Capas que enmarcan la cara pueden suavizar mejillas rechonchas. Flequillos pueden ayudar a disimular una frente larga y cuadrada.
4. Anda a un estilista en el que confíes. En estos momentos no sale a cuenta ponerse tacaño e ir a un lugar en el que cobren apenas $6 por corte. Si no tienes un estilista con el que puedas contar, pregúntale a alguien cuyo corte te guste. La mayoría de la gente estará feliz de darte su opinión con respecto a quién es bueno y especialmente quién es malo.
5. Reconfirma tu cita. La recepcionista te programará basándose en cuánto tiempo tomará el procedimiento; un par de horas para permanente y teñido, pero apenas 30 minutos para el corte. Hazle saber a la recepcionista que quieres suficiente tiempo programado para ti que te permita mostrarle al estilista las fotos de libros, revistas o internet que creas que podrían aplicarse a ti, discutir las diferentes opciones que tienes y los temores que te podrían estar preocupando y llegar a una solución juntos.
Muchos salones de belleza caros tienen una opción de consulta y corte, pero si no lo tiene, pregunta por una consulta de todas maneras (pero estate preparada para pagar un poco más por el tiempo).
6. Conversa con tu estilista. Mientras que este artículo te puede guiar en la dirección correcta, tu estilista es tu mejor amiga en esta situación. Ella te puede ayudar a determinar qué va mejor con tu cara, tu estilo de vida y tu cabello. ¡Éste no es el momento para ser tímida!
Si ella sugiere algo que a ti no te termina de gustar, dilo. Es mejor manifestarte antes de pasar por las tijeras. También procura responder a sus preguntas honestamente. Ella necesita saber que no eres una persona que se demora en despertarse antes de aplicarte un estilo que requiere 30 minutos extra de trabajo al comienzo del día para verte bien.
7. Observa cómo tu estilista trabaja tu nuevo corte. Pídele que te explique qué es lo que hace y por qué en cada paso. Recuerda que tú lo tendrás que hacer sola la próxima mañana.
8. Relájate y diviértete. El peor de los escenarios es que no te guste. Lo mejor acerca del pelo es que todo es temporal. Si el look corto no es exactamente lo que pensabas que sería, siempre puedes hacerlo crecer nuevamente. Mientras tanto, disfruta todos los elogios de las personas diciéndote cuán valiente eres por hacer algo tan dramático.
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